jueves, 25 de octubre de 2012

LATITUD 33° ... View Point

Una experiencia gastronómica única y efímera. Los vinos de Latitud 33° en un cubo de acrílico en el helipuerto con vista a toda la Ciudad.
Comer en las nubes y sentirse en una película de James Bond. Latitud 33 ya lo tomó de costumbre; y esta vez nos encerró en un cubo acrílico en el helipuerto del Edificio República, frente al diario La Nación, en el corazón de universo luminario de B.A.  Ascensor, 21 pisos y escaleras caracol infinitas, iluminadas con pequeñas estrellas. Y de ahí al paraíso: Buenos Aires a los pies y una mesa lujuriosa a cargo de los geniales Tommy Perlberger y Bruno Gillot

Latitud 33°, la marca de vinos varietales premium, imaginó una experiencia sensorial inédita y efímera: Latitud 33 View Point. Fue una invitación a disfrutar de sus vinos en una cena en las alturas.

El proyecto nació como un espacio sorprendente: se construyó un cubo de acrílico sobre la superficie del helipuerto para poder realizar una cena original durante cinco noches, del 15 al 19 de octubre. Los privilegiados invitados pudieron disfrutar de un espacio cercano, con una vista de 360° de la Ciudad de Buenos Aires, gracias a esta estructura. 

Subir 21 pisos por ascensor y varias escaleras internas que accedían a salas de máquinas y ductos de ventilación, ya generaba expectativas. Luego, algunos metros de caminata a oscuras, solo guiados por luces de leds que simulaban una pista de aterrizaje, indicaban a los invitados que algo muy especial los esperaba arriba. Finalmente, una pequeña escalera caracol desembocaba en el helipuerto.

Mientras los invitados no dejaban de asombrarse con esta locura de estar dentro de un cubo brillante que parecía flotar sobre la ciudad, se les ofreció una copa de Latitud 33° Sauvignon Blanc, un varietal que maridaba perfecto por resaltar aun más la intensidad, vivacidad y frescura del momento.

Los chefs de EAT Catering diseñaron un menú en pasos pensado para maridar las diferentes expresiones varietales de Latitud 33° con las distintas sensaciones que se vivirían a lo largo de la noche.

Con los invitados sentados sobre una larga mesa los mozos ingresaron al cubo con la entrada No es puro humo, platos con campanitas de acrílico que solamente permitían ver el movimiento del humo en su interior y que al levantarse develaban un tartare de salmón fresco y ahumado. Este primer paso fue maridado con Latitud 33° Chardonnay.

Luego de la entrada, el cubo comenzó a cobrar vida con un show de luces, para luego apagarse totalmente. La música inundó el espacio e ingresó una hilera de platos iluminados con leds, que el chef denominó Cocineros en acción. El plato principal era un cochinillo con puré de papas bien cremoso, vinagreta de portobello y chutney de chiles, elegido para maridar con Latitud 33° Cabernet Sauvignon, que se destaca por su intensidad y estructura.

De pronto, el cubo se apagó totalmente para dar lugar a la contemplación del inmenso cielo de Buenos Aires. Allí las sensaciones de este lugar único se intensificaron. Unas figuras recortadas en la noche se vislumbraron fuera del cubo. Señales de aeropuerto comenzaron a moverse al ritmo de la música. Las figuras se iluminaron con luces de leds y comenzaron a bailar y a realizar acrobacias al ritmo del hip hop, parkhour, artes marciales, house y new style. Sus frenéticos movimientos dieron perspectiva a las distancias entre el cubo y la ciudad, brindando una experiencia de luces, vértigo y tecnología. Fue el preludio del postre: Arte en el mantel.

Los mozos retiraron absolutamente todo de la mesa para ver a los Chefs  en acción, quienes desplegaron ante la mirada de los invitados un papel denominado Tembec, y comenzaron a crear ahí mismo una amplia degustación de postres, especialmente maridados para resaltar la elegancia y el buen balance entre el dulzor y la acidez con Latitud 33° Cosecha Tardía.
Los vinos Latitud 33° son varietales con un estilo bien definido. Buscamos que a través de ellos sea posible descubrir y disfrutar en forma cotidiana las diferentes bondades de cada variedad. Son vinos de estilo fresco, jóvenes, de mucha vivacidad. Algo que se consigue mediante una cosecha no muy tardía y un buen balance de acidez que se logra principalmente por su zona de origen. Ese lugar único y especial... como este lugar en donde estamos hoy, dijo Denise Chanel, Gerente de Marketing de Latitud 33°.

En la permanente búsqueda de Latitud 33° por sorprender con experiencias novedosas e innovadoras, la marca propuso una noche en la que se combinaron el buen vino, la mejor comida y las inquietantes sensaciones que fue despertando Latitud 33° View Point en todos los sentidos.

Fuente: CUISINE & VINS
 

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